Lo que una vez fue elogiado como un motor innovador y premiado, el PureTech de Stellantis (antes PSA), se ha convertido en la pesadilla de miles de propietarios de vehículos Peugeot, Citroën, Opel y otras marcas del gigante automovilístico. La correa de distribución bañada en aceite, supuestamente un avance para la durabilidad y el silencio, está demostrando ser un grave defecto de fábrica que amenaza la seguridad y el bolsillo de los conductores.
Según un exhaustivo análisis del canal de YouTube «Garash», el problema central reside en la degradación prematura de esta correa. La mezcla de combustible y aceite en los arranques en frío provoca un desgaste acelerado, fisuras y deshilachados, haciendo que la correa se rompa mucho antes de su vida útil esperada. Inicialmente prometida para 180.000 km, la expectativa se redujo drásticamente a 100.000 km, y en la práctica, muchos fallan incluso antes.
Las consecuencias de esta falla son catastróficas. El deterioro de la correa contamina el aceite del motor con sus fragmentos, obstruyendo los conductos y el filtro y provocando una drástica caída de la presión del aceite. Esto puede llevar al gripado del motor, una avería devastadora. Además, la rotura de la correa puede causar graves daños internos al motor por la pérdida de sincronización.
Pero los problemas no terminan ahí. La afectación de la correa también repercute en la bomba de vacío de los frenos, lo que puede resultar en una peligrosa pérdida de asistencia en el frenado, especialmente en momentos críticos. A esto se suma un consumo excesivo de aceite debido a lecturas erróneas de los sensores.
La reacción de Stellantis ha sido lenta y, para muchos afectados, insuficiente. Si bien se han introducido soluciones como una nueva correa de distribución desde mediados de 2022 y supuestas mejoras en la presión del aceite desde febrero de 2023, miles de vehículos más antiguos siguen circulando con esta «bomba de relojería». Los afectados, agrupados en plataformas como Afestel, han iniciado acciones legales y exigen compensación total por los costes de reparación, el aumento del mantenimiento y la devaluación de sus vehículos.
Este caso, según el análisis de «Garash», es un crudo ejemplo de cómo una innovación bien intencionada puede generar complicaciones inesperadas si no se somete a pruebas rigurosas. Mientras tanto, se recomienda a los propietarios de PureTech realizar cambios de aceite y filtro más frecuentes (cada 8.000 km), inspecciones visuales de la correa y no ignorar las advertencias de baja presión de aceite.
Para más detalles sobre esta problemática, puedes ver el video completo en el Garash en YouTube.